Normas de convivencia dentro del aula
El tema de los valores
humanos propicia el encuentro de esfuerzos para alcanzar una meta común: la
paz. Es por ello que en esa incansable búsqueda de herramientas que permitan
articular acciones orientadas a lograr este fin común, el pasado martes 13 acompañamos
en la Residencia Oficial de Gobernadores a la Dra. Norma Obreman, prestigiosa
educadora impulsadora del Currículo Básico Nacional y Ex -Directora General de
Docencia del Ministerio de Educación, en una valiosa conferencia sobre la
importancia de la formación en valores durante las primeras etapas de la
educación del ser humano.
He querido compartir con
ustedes algunos de los planteamientos que allí se formularon, pues es
importante que nos sigamos nutriendo de todo aquello que promueva una
respetuosa y armónica interacción humana. Si los valores están dentro de
nosotros ¿cómo hacemos para que estos afloren y permitan a los niños que
estamos formando hoy, tomar decisiones dentro de un marco moral y ético?
La enseñanza de los
valores desde el principio de la educación formal de un niño fortalece la
autoestima, desarrolla la personalidad y estimula de manera positiva el ser.
Sin embargo, tendemos a ser retóricos y a dar explicaciones teóricas acerca del
tema, cuando lo pedagógico es actuar sobre el valor y desarrollar experiencias
con base en el mismo; se trata de modelar con el ejemplo.
El maestro debe fomentar
la convivencia dentro del aula, y así aprovechar dicho espacio más allá de la
perspectiva estrictamente académica, al manejarlo desde un enfoque social. Es
decir, lo que allí aprendamos debe permitirnos vivir mejor y alcanzar niveles
de calidad de vida. Es necesario entonces, que el asunto social, ético y moral
crezca a la par de los otros conocimientos formales. El convertir el aula en un
laboratorio vivencial, ofrece la posibilidad de experimentar una mejor coexistencia fuera de
ésta.
Ante la realidad
convulsionada que hoy nos agobia, humanizar el aula permitirá que - ante el
conflicto - ese niño en pleno proceso de formación pueda afrontarlo con
asertividad; permitiendo así el modelaje de un adulto responsable y
comprometido con una convivencia armónica.
Encaminar el
comportamiento social de nuestros niños, dentro de un referente de valores,
precisa de algunos principios de enseñanza en la situaciones conflictivas, como:
valorar los acuerdos mutuos y dar
oportunidad a los niños de rechazar soluciones propuestas, enseñarles
procedimientos imparciales para resolver desacuerdos, no continuar el conflicto
si los niños ya han perdido el interés por él, ofrecer oportunidad para el
desagravio, alentarlos a resolver sus propias diferencias, proponer (no
imponer) soluciones, respetar la posición de cada niño ante el conflicto, velar
por su seguridad física, usar métodos no verbales para calmarlos, ayudarlos a
usar las palabras y clarificar el problema, verbalizar el conflicto y propiciar
que los niños aporten soluciones.
Si aunamos la propia
experiencia en conexión con las enseñanzas vividas, podremos crear mejores
modos de vida dentro del entorno social particular del niño. No existe una
fórmula única, pero sí un solo resultado: ciudadanos para la paz. pazcomopropuesta@gmail.com
Genny Morales de Pérez
Primera Dama del estado Táchira / Pdte. Fundación de la Familia Tachirense
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