martes, 26 de junio de 2012




Galería de Valores

El pasado mes de mayo llevamos a cabo una valiosa jornada de talleres dirigidos a los docentes de Educación Inicial con la finalidad de brindarles conocimientos sobre el dibujo infantil como medio de comunicación y herramientas didácticas, para aprovechar el recurso de expresión que ofrece el grafismo para los niños.

Fueron 40 horas en las cuales un nutrido grupo de profesores de 18 escuelas estadales participaron bajo la dirección del pedagogo y artista plástico tachirense, Julio Barboza; de manera que los conocimientos adquiridos fueran puestos en práctica en el aula de clases. El resultado fue la representación artística de valores por parte de los alumnos, cuyas obras fueron expuestas en el Salón Azul de la Dirección de Cultura. En palabras de los docentes involucrados, la experiencia les permitió potenciar la conexión con los niños, llevando más allá el entendimiento del universo interior infantil.

Señala el Dr. Antonio Almagro García, Profesor de la Universidad de Jaén, España que el grafismo infantil posibilita la exposición de ideas, sentimientos y estados de ánimo. Este proceso se puede observar en la disposición, equilibrio y calidad general del dibujo. Durante su  ejecución, el niño pone de manifiesto la interacción entre lo cognitivo, la capacidad de expresar las ideas, la influencia de los factores emocionales y las evocaciones. Incluso, el uso del color tiene un valor particular, ya que desde la propia decisión de uso, hasta cuál y de qué manera tiene relación directa con el mundo  interior.

Educar, es favorecer el desarrollo de los valores personales y los estudios confirman que la práctica del arte permite en los primeros años de vida adquirir confianza en el potencial que este medio de expresión tiene y como tal, requiere de atención por parte del educador. Estrechando la comunicación con el niño se puede indagar lo que ha querido manifestarnos en el papel. Indican los expertos, por tanto,  que el dibujo no debe tomarse como una explicación en sí mismo y el docente tiene la función de estimular la capacidad creadora entendiendo que se trata de la expresión libre del pensamiento, sentimiento, percepciones e intuiciones del niño, de sus experiencias vividas y de la imaginación.

El Informe de la UNESCO sobre la “Educación para el Siglo XXI” expresa que la función esencial de la misma es conferir a todos los seres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que necesitan para que sus talentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices, en la medida de lo posible, de su destino. Es por ello que desde la Fundación de la Familia Tachirense accionamos estrategias, como la Galería de Valores, que en su conjunto pretenden potenciar una educación de calidad, para una mejor calidad de vida. Al proporcionar amplitud de conocimientos a los docentes, estamos reforzando el acompañamiento a la familia y por ende, capitalizando esfuerzos para forjar la sociedad del futuro.

El Libro de los Proverbios nos dice: Enseña al niño el camino que debe seguir y no se apartará de él mientras viva. Señalizando desde el principio la senda de la paz, garantizaremos el éxito de las siguientes generaciones.


Genny Morales de Pérez 
Primera Dama del estado Táchira 
Pdte. Fundación de la Familia Tachirense
                                                                                                                  pazcomopropuesta@gmail.com 
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martes, 19 de junio de 2012



No solo es posible vivir en familia...sino que es necesario (III) 


A los padres en su día.


El pasado domingo 17 de junio celebramos en nuestro país el Día del Padre. Dejando a un lado el sentido comercial que ha banalizado el significado de esta fecha es el marco ideal para continuar con el debate sobre la importancia de la función esencial de la familia, con especial énfasis en el rol paterno; pues tal y como afirma el Dr. Tony Anatrella,  psiquiatra social y consultor del Consejo Pontificio del Vaticano para la Familia, revalorizando la figura del padre se recupera el sentido de la familia, ya que su presencia en necesaria para el desarrollo psicológico y equilibrado de los hijos.

Destacados especialistas en el área detallan las características de lo que significa la paternidad comprometida: Sentimientos y conductas responsables respecto al hijo, ser físicamente accesible,  apoyar económicamente el hogar para sustentar las necesidades del niño y ejercer influencia en las decisiones relativas a  formación de los hijos. Las investigaciones demuestran que la empatía por los otros, el autocontrol, una alta sensibilidad moral e incluso el desarrollo físico del niño están determinados en un nivel importante  por el compromiso del padre en la formación y educación de sus hijos.




Un alto grado de responsabilidad paterna genera un contexto familiar en que tanto el hombre como la mujer se sienten satisfechos con su matrimonio y con los acuerdos conjuntos acerca de la crianza infantil. Hablamos entonces que la familia nuclear estable proporciona las condiciones de éxito para el desempeño de su función orgánica con la sociedad y con cada uno de sus miembros, en armonía y paz.

En un estudio reciente realizado por el respetado académico Felipe Guerrero, se evidenció que el mayor anhelo de los niños es formar parte y contar a futuro una familia nuclear. La encuesta llevada a cabo  en planteles estadales del Municipio San Cristóbal  reveló que los niños sienten que en la familia constituida por padre y madre existe la ayuda, la unión, la comprensión, la paz y el cariño; siendo el amor entre la pareja y el amor entre padres e hijos lo más importante para poder constituirla. Esto revela contundentes elementos esperanzadores para preservar ese activo  valioso que es la familia nuclear, evidenciada en los andes. La presencia de padre y madre, unidos en una relación estable y comprometida crea para los hijos el contexto de seguridad, protección y alimento emocional que ellos necesitan para crecer y ser felices.

Los niños tienen derecho a contar con padres responsables que entiendan que en la familia se aprende la noción de ser humano, se generan hábitos y modelos conductuales y se aprenden los patrones de afectividad en los primeros años de su vida, momento crucial de su crecimiento y desarrollo, no más tarde.

Afirma James Heckman – Premio Nobel de Economía 2000- que los niños criados en entornos menos favorecidos tienen menores probabilidades de éxito; por tanto - cumplidora de su rol- la familia juega un papel importante en la primera infancia y a través de  políticas de desarrollo humano unificadas la apoyamos desde la Fundación de la Familia Tachirense. Las brechas sociales empiezan a presentarse en la niñez; por tanto los primeros años de vida son decisivos para prevenir los efectos irreversibles de la pobreza.


 Si la sociedad interviene temprano puede mejorar las  habilidades socio-emocionales y cognitivas de los niños menos favorecidos, siendo ésta la mejor estrategia de alivio para reducir desventajas, promover la inclusión y evitar desigualdades. Fortaleciendo a la familia se logra impactar  positivamente en los primeros años de vida de los niños, logrando incidir en todo su ciclo de vida de generación en generación.

La primera infancia marca para siempre la personalidad del ser y define la sociedad del futuro. Esto nos permite afirmar que no solo es posible vivir en familia en la actualidad, sino que es necesario; pues tal como señala su Santidad Juan Pablo II es en comunión familiar que se ofrece la posibilidad de vivir la primera y fundamental experiencia de paz.       


Genny Morales de Pérez 
Primera Dama del estado Táchira 
Pdte. Fundación de la Familia Tachirense
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miércoles, 13 de junio de 2012

No solo es posible vivir en familia...sino que es necesario  (II)

En la entrega anterior quedamos con algunas interrogantes acerca de las consecuencias que los cambios en las sociedades han provocado en el modo de asumir la familia. Nos preguntábamos entonces si ésta transformación implica: ¿Un empobrecimiento o pérdida de sus funciones? ¿Su desaparición o una deconstrucción de la familia? De acuerdo con los expertos e investigadores el concepto de deconstrucción explica mejor la diversificación actual de los tipos de familia, la evolución de los modelos matrimoniales y una serie de disociaciones.

Se hace necesario partir de dos de las estructuras más básicas: La familia «Nuclear», conformada por la madre, padre e hijos, es la estructura que prevalece en buena parte de las sociedades occidentales y es en torno a ella como el individuo pasa buena parte de su vida. Mientras que la familia «Extendida» es una forma de organización social donde varios hermanos comparten el mismo hogar con sus hijos y esposas, así como también con los padres, y dependiendo del contexto, la familia extendida puede estar conformada por varias generaciones.

Durante cierto tiempo se pensó que, la sociedad venezolana, teniendo un amplio legado occidental, estaba estructurada por la familia nuclear. Pero, las últimas investigaciones realizadas por destacados estudiosos del tema como José Luis Vethencourt y Alejandro Moreno, señalan que el predominio de la  familia nuclear en la sociedad venezolana ha sido seriamente puesto en tela de juicio.

En tal sentido,  la familia popular venezolana es una Institución «Matricentrada»  ya que el modelo de organización familiar, muestra una virtual ausencia del padre y en ese espacio de ausencias, la madre acapara el mundo emocional de la familia.

En Venezuela, el lazo entre hombres y mujeres nunca ha sido lo suficientemente fuerte como para sostener la estructura de la familia «Nuclear». El padre se desentiende de sus hijos – bien por ausencia física o emocional - y la mujer asume la responsabilidad casi total en la crianza de los niños. Convirtiéndose la madre en el eje de la vida familiar. Tal como afirma Susana Campo Redondo en el estudio “La Matricentralidad de la Familia desde una Perspectiva Histórica”, en Venezuela predomina un modelo de organización familiar donde, con la virtual ausencia del padre, la madre acapara el mundo emocional del individuo.

En este contexto, la familia andina por su componente rural parece obedecer a otro modelo diferente de la familia matricentrada. La diferencia está en que en los estados andinos predomina la familia constituida por una pareja (padre y madre) y los hijos. Moreno afirma que el modelo andino abre mayores posibilidades para la constitución de una pareja más allá de lo formal y para un tipo de relación padre-hijos más "sana". De hecho, se dan familias de este tipo en mayor abundancia que en otras regiones del país.

En un estudio realizado por el Observatorio Social del Estado Táchira de la  UCAT: Táchira en Cifras 2010 se señala que, a pesar de las situaciones de desventaja socioeconómica que presenta la familia tachirense, el 32,6% de los hogares encuestados afirman que la principal ventaja de su manera de vivir es la UNIÓN FAMILIAR, incluso por encima de tener casa propia, porque gran parte de este mismo grupo ya poseen una. Como podemos ver, aquí hay un activo que debemos potenciar, razón por la cual las políticas públicas deben proveer herramientas para fortalecer a la familia, que tiene derecho a todo el apoyo del Estado para realizar plenamente su misión peculiar  y sus instituciones deben crear las condiciones mediante las cuales puedan satisfacer sus necesidades primarias de acuerdo con la dignidad humana.

Una sociedad sin familia sería una sociedad de individuos solitarios, amorfa, en la que no habría relación entre las personas y sólo el Estado educaría, legislaría y determinaría lo bueno y lo malo según sus intereses. Los vínculos de afecto y valores entre padres e hijos, gestados en el seno de una institución familiar fuerte, genera la energía vital para la transformación de una sociedad hacia la paz.




Genny Morales de Pérez
Primera Dama del estado Táchira / Pdte. Fundación de la Familia Tachirense
pazcomopropuesta@gmail.com

martes, 5 de junio de 2012


 No solo es posible vivir en familia, sino que es necesario 


Este sábado 02 de junio asistí como invitada a una conferencia sobre horizontes psicológicos de cambio familiar en el Auditorio Principal de la UNET.  Hoy quiero compartir con ustedes parte de esta ponencia, pues considero indispensable generar un positivo debate de opinión pública sobre el tema de la mesa redonda que allí fue desarrollado: Vivir en Familia ¿es posible hoy en la actualidad?

El concepto de familia puede abordarse desde distintos discursos: jurídico, educativo, sociológico, biológico, antropológico, religioso, psicológico, entre otros. Cada uno tendrá un concepto acerca de cómo se conforma, o cuál es el modelo de relaciones, de intercambio entre los distintos lugares y ubicaciones de los sujetos inherentes a la misma.  



Las Naciones Unidas, como máximo rector del consenso internacional, considera a la familia como un agente importante del desarrollo sostenible en todos los niveles de la sociedad. Profundizando un poco más, la familia canaliza algo tan importante para el ser humano como los afectos y los sentimientos. Dice el Prof. Manuel Barroso – sociólogo e investigador - que la familia es el punto de partida para el crecimiento en todas las dimensiones. Cuando las personas forman parte de ese sistema humano, desarrollan conciencia de sí y sentido de pertenencia. Incluso señala que podemos asemejar  lo que allí ocurre con un laboratorio, donde se experimenta y consolida al ser: “Una persona no puede vivir ni crecer sino dentro de sus contextos de desarrollo que son los laboratorios naturales de aprendizaje”.


Sentemos posición con una respuesta a la interrogante inicial y partamos desde ya con un sí. Pero, para tener una respuesta de esta naturaleza, se debe contar con una intención que sostenga tal afirmación.  A pesar de los cambios estructurales, la familia es la institución a la cual los latinoamericanos asignan mayor importancia en su vida cotidiana. En estudio realizado por la CEPAL 2004, el 91 % de los latinoamericanos dijo que es lo “más importante”.




Asegura Aristóteles en la Política, que el Estado (la ciudad) es una forma de organización social que es antecedida, en cronología, pero no en importancia por la familia; considerándola como parte fundamental del mismo. Los vicios y las virtudes de la ciudad o de la sociedad son un reflejo de lo que ocurre en la familia. Si, como tantas veces se repite, la familia es la célula de la sociedad, entonces un buen lugar para empezar a buscar el origen de los males o bienes de una sociedad es ella misma.

         Se ha convertido ya en un lugar común hablar de crisis de la familia en la sociedad actual. Sin duda, se trata de fenómenos globales cuyas tendencias apuntan a la  liberalización de los vínculos, un aumento del individualismo, una fragilidad de los ideales, una mayor tolerancia a la satisfacción de cada uno; haciendo más difícil la existencia estable de los vínculos familiares en las formas marcadas por cierta tradición. Las ideologías adversas a la democracia, por ejemplo, atentan contra la familia y sus valores a fin de debilitarla, ya que allí se aprenden deberes colectivos y derechos individuales, que forman un ciudadano integral y crítico, no esclavos.


Hoy se reconoce que la institución familiar está sujeta a múltiples transformaciones; y en el tránsito de la sociedad tradicional a la sociedad moderna, la familia ha pasado de ser la institución primordial a ser una más entre otras, consecuencia de importantes acontecimientos históricos. La familia, que en otros tiempos ejercía una enorme cantidad de funciones, se ha transformado actualmente en una institución especializada con unas pocas funciones propias, que a menudo se identifican con ser sede de afectos y agente socializador de las personas.

Nos preguntamos entonces si ésta transformación implica para la familia: ¿Un empobrecimiento o pérdida de sus funciones? ¿Su desaparición o una deconstrucción de la misma? Estas interrogantes debemos irlas discutiendo, y esa es nuestra intención, por lo cual estaremos hablando al respecto en una próxima entrega; pues estamos consientes del poder transformador de la familia para edificar una sociedad de paz.



Genny Morales de Pérez
Primera Dama del estado Táchira / Pdte. Fundación de la Familia Tachirense