lunes, 30 de abril de 2012

 Familia tachirense modelo de valores



El pasado 14 de marzo celebramos Día de la Tachiraneidad, y con motivo de este acto, el Presbítero Dr. Edgar Gregorio Sánchez individuo de número de la Academia de la Historia del Táchira, hizo referencia en su discurso a la importancia de celebrar los principios y valores de la idiosincrasia tachirense, tomando como referencia las hermosas estrofas del Himno de nuestro estado.

En este canto de identidad cultural se enarbolan cuatro valores fundamentales que reflejan el sentir tachirense por excelencia: la familia, la paz, el trabajo y la igualdad. En esta columna de hoy, y con inspiración en las palabras del Padre  Sánchez, compartiré con ustedes mi intervención en las II Jornadas de la Paz que organiza anualmente la UCAT. Precisamente, mi tema fue el modelo de familia tachirense, el cual nos distingue con un sello particular en el resto de la geografía del país,  e incluso más allá de las fronteras nacionales.



Una característica primordial es la estabilidad, quizás porque el núcleo en torno al cual ha girado la familia es el trabajo del campo y esa laboriosidad que exige el trabajo de la tierra logra que se consolide el ambiente familiar. De igual forma, somos solidarios con un concepto de entrega y cercanía  entre padres e hijos, extendido a los demás miembros del grupo. El andino es afable y tiene un sentido gregario, pues ayuda a otros  para lograr sus objetivos y es leal cuando se alinea con una idea por convicción. Por ello, sin duda, el arraigo de los valores que se han posicionado nos define, otorgándonos ese perfil propio que ha permitido construir el tejido social, principal activo de un país.

En un porcentaje bastante elevado, las familias son practicantes  de los principios católico-cristianos, derivando en sentimientos de bondad, caridad y gratitud que genera el trato respetuoso, por el cual somos ampliamente conocidos. Con justa razón se refieren a nuestro estado como la tierra de la cordialidad, concepto que incluso se toma como imagen para la promoción turística y como carta de presentación en otras latitudes, a mucha honra vale decir.

Otra característica resaltante es la autenticidad. Nuestra familia es sencilla y lo demuestra en su comportamiento y en su vida cotidiana. Por la humildad cristiana y del entendimiento de las limitaciones, no existe en nosotros la presunción de orgullo. Y estos principios siempre están presentes en la disciplina del esfuerzo, en la entrega al trabajo cotidiano  y en la voluntad para lograr estabilidad y seguridad en el hogar.

Todos estos valores permiten a la familia construir una cultura de la paz. Reflexionando sobre quienes somos y entendiendo nuestras realidades históricas podemos profundizar sobre el rol que la familia cumple como transformadora de la sociedad.

Los invito entonces, a reconocer con orgullo nuestra identidad, a través  del Himno del Estado Táchira y a utilizarlo como un recurso  para la enseñanza de los valores de la tachiraneidad. Tenemos la responsabilidad, desde el hogar y las aulas, de enaltecer los principios fundamentales de convivencia ciudadana para la paz. Contribuyendo todos decididamente a la construcción de una mejor sociedad estaremos consustanciados con la esencia que distingue a la  familia tachirense.


Genny Morales de Pérez
Primera Dama del estado Táchira / Pdte. Fundación de la Familia Tachirense

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