Valores y Talento Humano (II)
La semana pasada nos
quedamos con una interrogante sobre el talento: si es posible desarrollarlo o
son cualidades innatas en las personas. El talento se construye a partir de un
paulatino proceso de formación de competencias, teniendo en cuenta que no solo
se requiere del “saber”, sino también del “saber hacer” (habilidades); por ende
el concepto de formación y educación debe incluir – a su vez – el “saber ser”
(valores). Este saber implica realizar una combinación entre los conocimientos,
las experiencias y las reflexiones éticas sobre las propias prácticas.
El concepto de
competencias se corresponde con la integración dinámica de diferentes tipos de
prácticas, habilidades y conocimientos en los que el saber ejerce o posibilita
una acción transformadora del mundo y de la vida. Las capacidades de una
persona se hacen visibles a través de su comportamiento.
Entonces, la
construcción de competencias y el desarrollo de talentos surgen como
metodología de respuesta educativa ante el impacto social de los nuevos órdenes
mundiales. Esta es una perspectiva
humanista y desarrolladora de la educación que da pauta para materializar la
visión del proceso educativo, tomando como eje vertebrador al ser humano desde
los llamados “Pilares de la Educación”: saber, saber hacer, saber ser, a los
que hicimos referencia anteriormente.
Señala el “Informe
sobre la Educación del Siglo XXI” de la
Unesco que la educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona:
cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad
individual, espiritualidad. Todos los seres humanos deben estar en condiciones
de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico, para elaborar un juicio propio
que les permita determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes
circunstancias de la vida. Desde la educación inicial es necesario enseñar
puntos de referencia intelectuales permanentes que le permitan comprender el
mundo que le rodea y comportarse como un elemento responsable y justo.
Más que nunca, la
función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la
libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos e imaginación que necesitan
para que sus talentos alcancen la plenitud y puedan ser artífices de su
destino. Afirma la UNESCO que el siglo XXI necesitará una generación de
competencias diversas y por ello, habrá que ofrecer a niños y jóvenes todas las
oportunidades posibles de descubrimiento y experimentación para asumir el reto de participar de los procesos de lograr la
calidad en su proyecto de vida y en su participación en la sociedad.
Partiendo de estas
propuestas, estamos hablando entonces de una acción pedagógica que pueda obrar
de acuerdo con los retos a enfrentar por los educandos durante el trayecto de su
vida; por tanto la educación debe promover valores y generar compromiso para
una asertiva toma de decisiones propias y con los demás. Siendo así, el
educador tiene la tarea de formar no solo con conocimientos, sino con modos de
vida, siendo referente moral en su entorno de enseñanza.
El preámbulo de la constitución
de la UNESCO expresa que es en las mentes de los seres humanos donde tenemos
que crear los baluartes de la paz, por tanto, siendo responsables de educar a
quienes gestarán los cambios hacia un mejor futuro, nos preguntamos: ¿Es
posible un aula que promueva la formación de un ciudadano íntegro?
Genny Morales de Pérez
Primera Dama del estado Táchira
Pdte. Fundación de la Familia Tachirense
No hay comentarios:
Publicar un comentario