jueves, 12 de julio de 2012


Valores y Talento Humano (I) 


El pasado sábado 07 de julio se celebró en el Colegio Acacio Chacón de Cordero el “I Congreso de Talento Humano”, organizado por estudiantes de la carrera de pedagogía del Instituto Universitario de Educación Especializada y en el cual tuve la oportunidad de participar como ponente. Son escenarios como éstos los que respaldan la importancia de la educación para el crecimiento y transformación de un país; es por ello que comparto hoy la primera parte de lo que fue ésta exposición, pues el tema educativo debe abordarse desde distintas perspectivas para nutrir el proceso que lo envuelve.

El concepto de talento humano empezó a introducirse hacia finales de los años 90 y en  sus inicios fue vinculado a los procesos de gestión y producción empresarial, dentro del marco de los nuevos escenarios: La globalización, el permanente cambio del contexto y la valoración del conocimiento. Desde estos ámbitos organizacionales, el talento es una capacidad integral gracias al cual la sumatoria de competencias y habilidades potenciadas desde el "ser" son aprovechadas para la innovación. Viene a ser la integración e interacción en la persona de: habilidades, conocimientos, experiencias, actitud, valores y competencias necesarias para  desarrollarse en diferentes contextos. Tenerlo claro permite identificar de qué manera y en qué áreas cada ser humano tiene potencial, pudiendo aprovechar dicho talento en beneficio propio, de la organización y de la sociedad.

Ahora bien, este abordaje ha ido ampliando su radio de acción a la luz de los paradigmas para  denominar el  nuevo orden mundial del Siglo  XXI: "Sociedad de la Información", "Sociedad Globalizada", "Sociedad del Conocimiento", “Sociedad del Saber”. Sin embargo, a pesar de las diferentes denominaciones los autores coinciden en que el  recurso productivo estratégico es el conocimiento y la clave es saber cómo utilizarlo.

Abdul Waheed Khan, Subdirector General de la UNESCO para la Comunicación y la Información, afirma que el conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico, sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad. Leif Edvinsson, asesor de la ONU y experto mundial en Capital Intelectual (IC), Conocimiento e Innovación señala que los sistemas educativos de los países explican las posiciones relativas de éstos en relación con su PIB. Para crear valor las naciones necesitan estar bien conectadas con una infraestructura diseñada para fomentar el acceso al conocimiento.

Si aludimos al mundo que nos toca vivir, nos daremos cuenta que tanto los ámbitos de formación profesional como el mercado laboral presionan a la institución escolar y ejercen una gran influencia en el ámbito cultural, con respecto a la importancia de formar individuos que se caractericen por ser competentes. En el mundo actual, tan complejo como dinámico, enseñar a ser competentes y talentosos requiere que los docentes tomen conciencia de que la transmisión enciclopédica de saberes es poco significativa para los estudiantes. La escuela tiene que lograr que su “capital humano” desarrolle sus potencialidades físicas, emocionales e intelectuales, para que este pueda insertarse de manera positiva en los distintos sectores de la vida social.

Un ser humano íntegro, más allá del saber, es posible cuando se asume que el compromiso de formar ciudadanos de paz depende del tipo de educación significativa que podemos generar. Cabe entonces la pregunta: ¿el talento nace o se hace?


Genny Morales de Pérez 
Primera Dama del estado Táchira 
Pdte. Fundación de la Familia Tachirense
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