No solo es posible vivir en familia...sino que es necesario (III)
A los padres en su día.
El pasado domingo 17 de junio celebramos en
nuestro país el Día del Padre. Dejando a un lado el sentido comercial que ha
banalizado el significado de esta fecha es el marco ideal para continuar con el
debate sobre la importancia de la función esencial de la familia, con especial
énfasis en el rol paterno; pues tal y como afirma el Dr. Tony Anatrella, psiquiatra
social y consultor del Consejo Pontificio del Vaticano para la Familia, revalorizando
la figura del padre se recupera el sentido de la familia, ya que su presencia
en necesaria para el desarrollo psicológico y equilibrado de los hijos.
Destacados especialistas en el área detallan las
características de lo que significa la paternidad comprometida: Sentimientos y
conductas responsables respecto al hijo, ser físicamente accesible, apoyar económicamente el hogar para sustentar
las necesidades del niño y ejercer influencia en las decisiones relativas
a formación de los hijos. Las
investigaciones demuestran que la empatía por los otros, el autocontrol, una
alta sensibilidad moral e incluso el desarrollo físico del niño están
determinados en un nivel importante por
el compromiso del padre en la formación y educación de sus hijos.
Un alto grado de responsabilidad paterna genera un
contexto familiar en que tanto el hombre como la mujer se sienten satisfechos
con su matrimonio y con los acuerdos conjuntos acerca de la crianza infantil. Hablamos
entonces que la familia nuclear estable proporciona las condiciones de éxito
para el desempeño de su función orgánica con la sociedad y con cada uno de sus
miembros, en armonía y paz.
En un estudio reciente realizado por el respetado
académico Felipe Guerrero, se evidenció que el mayor anhelo de los niños es
formar parte y contar a futuro una familia nuclear. La encuesta llevada a
cabo en planteles estadales del
Municipio San Cristóbal reveló que los
niños sienten que en la familia constituida por padre y madre existe la ayuda,
la unión, la comprensión, la paz y el cariño; siendo el amor entre la pareja y
el amor entre padres e hijos lo más importante para poder constituirla. Esto revela
contundentes elementos esperanzadores para preservar ese activo valioso que es la familia nuclear, evidenciada
en los andes. La presencia de padre y
madre, unidos en una relación estable y comprometida crea para los hijos el
contexto de seguridad, protección y alimento emocional que ellos necesitan para
crecer y ser felices.
Los niños tienen derecho a contar con padres
responsables que entiendan que en la familia se aprende la noción de ser
humano, se generan hábitos y modelos conductuales y se aprenden los patrones de
afectividad en los primeros años de su vida, momento crucial de su crecimiento
y desarrollo, no más tarde.
Afirma James Heckman – Premio Nobel de Economía
2000- que los niños criados en entornos menos favorecidos tienen menores probabilidades
de éxito; por tanto - cumplidora de su rol- la familia juega un papel
importante en la primera infancia y a través de
políticas de desarrollo humano unificadas la apoyamos desde la Fundación
de la Familia Tachirense. Las brechas sociales empiezan a presentarse en la
niñez; por tanto los primeros años de vida son decisivos para prevenir los efectos
irreversibles de la pobreza.
Si la sociedad
interviene temprano puede mejorar las habilidades socio-emocionales y cognitivas de
los niños menos favorecidos, siendo ésta la mejor estrategia de alivio para
reducir desventajas, promover la inclusión y evitar desigualdades.
Fortaleciendo a la familia se logra impactar
positivamente en los primeros años de vida de los niños, logrando
incidir en todo su ciclo de vida de generación en generación.
La primera infancia marca para siempre la
personalidad del ser y define la sociedad del futuro. Esto nos permite afirmar que
no solo es posible vivir en familia en la actualidad, sino que es necesario;
pues tal como señala su Santidad Juan Pablo II es en comunión familiar que se
ofrece la posibilidad de vivir la primera y fundamental experiencia de paz.
Genny Morales de Pérez
Primera Dama del estado Táchira
Pdte. Fundación de la Familia Tachirense
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